Según el presidente de la asociación brasileña de conversión de residuos en energía, el país tiene potencial para 250 plantas de este tipo, cada una con una capacidad instalada de 20MW.
El gobierno de Brasil aprobó el pasado mes de diciembre la primera licitación del país para la producción de energía a partir de residuos sólidos urbanos, la cual está prevista para este 2021.
El visto bueno es un paso clave para posibilitar proyectos de valorización energética de residuos en la nación sudamericana, que aún no cuenta con plantas de este tipo en operación comercial.
Según el presidente de la asociación de conversión de residuos en energía ABREN, Yuri Schmitke, el país tiene potencial para 250 plantas de este tipo, cada una con una capacidad instalada de 20MW, lo que representa una inversión de 160.000 millones de reales (unos 24.000 millones de euros).
Schmitke estima que estas instalaciones, combinadas con el potencial de las plantas de biogás basadas en residuos sólidos urbanos, podrían cubrir hasta el 8% de la demanda nacional de energía eléctrica.
En Brasil, las empresas del sector tendrán que depender de subsidios o soluciones alternativas para ser verdaderamente competitivas. “Proponemos un aumento de la tarifa de recolección de residuos y buscar créditos de carbono, soluciones de autoproducción y el uso de camiones de basura y autobuses eléctricos”, dijo Schmitke en una entrevista concedida a a BNamericas.
ABREN es una unidad del consejo global de investigación y tecnología de conversión de residuos en energía WtERT, con sede en Nueva York. Este organismo está vinculado a la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA) y la Federación Alemana de la Industria de Gestión de Residuos (BDE) de Alemania. Tiene también un acuerdo de cooperación técnica con AVALER, la asociación portuguesa de entidades de valorización energética de residuos sólidos urbanos.
Fuente:
BNamericas